A Turguéniev le encantaban la naturaleza y los animales y era muy aficionado a la caza. La pequeña codorniz es una buena muestra de ello. Es una historia conmovedora sobre un niño que acompaña a su padre a cazar. Su padre le ha prometido regalarle una escopeta cuando crezca, y él está entusiasmado con la idea. La historia gustará a niños y mayores, a cazadores y no cazadores, y a todos los amantes de la naturaleza. Iván Turguéniev (1818-1883) fue uno de los grandes escritores rusos del siglo XIX. Fue amigo de otros grandes escritores rusos como Tolstói y Dostoievski y del francés Gustave Flaubert. Las bonitas ilustraciones de Raquel Aparicio ayudarán a que no olvidemos este cuento.