Michèle Audin construye en La señorita Haas una hermosa y potente novela coral con las vidas de trece mujeres, anónimas aunque con un mismo apellido, Haas, y un mismo espacio-tiempo: la Francia que, entre 1934 y 1941, se adentra en la radicalización y el ascenso del fascismo, la Segunda Guerra Mundial y la deportación de judíos a los campos de exterminio. Como ya hiciera en su magistral Una vida breve (Periférica, 2020), Audin se sirve de la memoria y de la crónica veraz combinándolas con una poderosa inventiva formal. Fiel a la experimentación del grupo OuLiPo (el Taller de Literatura Potencial, al que pertenecieron autores como Georges Perec o Raymond Queneau, y del que ella misma es miembro), cada capítulo elige una perspectiva narrativa diferente y se convierte en una lección de estilo. El resultado, La señorita Haas, es la novela verdadera de aquellas mujeres comunes, trabajadoras jóvenes que no tuvieron a quien quisiera relatar sus vidas: sus gestos mínimos y su orgullo, el acoso que padecen, sus situaciones familiares, el embrutecimiento laboral, sus sueños y expectativas. En definitiva, su tragedia s