La ventana sobre el jardín reúne todos los cuentos escritos por Felicidad Blanc. Llenos de nostalgia y cargados de una angustia desgarradora, surgen de una zona de sombra y misterio que es la misma por la que transitó su propia vida. Algunos tratan temas como la identidad femenina, el erotismo o la realidad social de la posguerra española. Otros recogen, con emotividad y delicadeza, los recuerdos más preciados de la autora, como su amor por la literatura, la evocación melancólica de su pasado o su conmovedora relación con Luis Cernuda. Hasta ahora relegados al olvido, la presente edición reúne estos cuentos como testimonio de toda una época. En ellos, el lector descubrirá a una escritora tan deslumbrante como desconocida, que plasma un mundo propio y sutil, conformado por una sensibilidad única.
«Cuando hablo en El desencanto de la muerte de Leopoldo y digo que por segunda vez se cortaba mi vida, alguien se preguntará que cuál fue la primera. La primera fue aquella mañana en que asomados a la ventana sobre el jardín, el jardín que olía a madreselvas, oímos mi hermano Luis y yo los cañonazos del Cuartel de la Montaña. Recuerdo que no hablamos, solo nos miramos y comprendimos que nuestra juventud, la mía quizás más alegre y despreocupada que la suya, se marchaba con ellos».
Felicidad Blanc y Bergnes de las Casas nace el 3 de febrero de 1913 en Madrid. Durante la Guerra Civil conoce a Leopoldo Panero, con el que contrae matrimonio en 1941 y con quien tiene tres hijos: Juan Luis, Leopoldo María y José Moisés, «Michi». Tras la prematura muerte de su marido, participa junto a sus hijos en la película El desencanto, donde rememora su vida junto al poeta astorgano. Eclipsada por su personaje cinematográfico, reivindicó su verdadera personalidad con la publicación de sus memorias, Espejo de sombras. La enigmática figura de Blanc atrajo la atención del público, que convirtió el libro en el primer superventas del género en España y a su autora en musa de la movida madrileña. Con posterioridad publicó Cuando amé a Felicidad, una antología de relatos ilustrados por Juan Gomila, en una lujosa edición muy codiciada por coleccionistas. Tras mudarse a San Sebastián para cuidar de su hijo Leopoldo María, sumido en la drogadicción y en la enfermedad mental, fallece el 30 de octubre de 1990. Felicidad Blanc es el claro ejemplo de mujer anulada por su papel familiar y social: de nada sirvieron sus logros como deportista, escritora, periodista, traductora o actriz, pues la condición de esposa y madre de poetas sofocó cualquiera de sus inquietudes intelectuales.