Londres, 1936. El célebre psiquiatra Anselm Rees aparece muerto en su estudio, asesinado. La ventana está sellada y la puerta cerrada con llave por dentro. No hay pistas, ni testigos, ni arma del crimen y, dadas las circunstancias, es imposible que el asesino se haya escapado sin ser visto.
Desconcertado, el inspector Flint recurre a un aliado excepcional: su amigo Joseph Spector, un mago. ¿Quién mejor que un ilusionista para encontrar a un homicida desaparecido como por arte de magia? A medida que avanza la investigación e interrogan al elenco de sospechosos, todos familiares o pacientes de la víctima, salen a la luz secretos del pasado y una lista de oscuros móviles que podrían haber provocado el crimen.
Cuando se produce un robo inexplicable y un segundo homicidio, esta vez en un ascensor impenetrable, Flint y Spector tienen la certeza de que detrás de esta ola de crímenes absurdos se esconde la misma mano.