Pero ¿quién demonios es esa mujer » era la pregunta más escuchada en los despachos de la CIA. ¿Quién movía los hilos del espionaje mundial, frustraba operaciones de inteligencia, retorcía voluntades, mudaba de piel, encabezaba misiones imposibles, descubría secretos de Estado y dibujaba en el tablero de la Guerra Fría la amenaza de una Tercera Guerra Mundial?
Esa misteriosa mujer era la española África de las Heras, quien se convirtió en la espía soviética más importante del siglo xx. Captada por los servicios secretos de Stalin en Barcelona durante la guerra civil española, formó parte del operativo para asesinar a Trotski en México, luchó contra los nazis ejerciendo de radioperadora violinista en Ucrania y protagonizó la trampa de miel más fructífera del KGB al casarse con el escritor anticomunista Felisberto Hernández.