«De todos los jugadores a los que me he enfrentado, el único al que he temido de verdad es a Larry Bird.»
Del prólogo de Magic Johnson
Para entender el baloncesto hay que entender a Larry Bird. Considerado por muchos el mejor alero que jamás ha existido, formó junto a Michael Jordan y Magic Johnson el trío que protagonizaría la edad de oro de la NBA. Con otro trío, el que formaría con Robert Parish y Kevin McHale, revivió a los Boston Celtics para llevarlos a ganar tres campeonatos, consiguió tres MVP consecutivos y firmó algunas de las páginas más memorables de la historia del baloncesto. Y todo ello sin saber saltar, ni correr, ni driblar.
Publicadas poco antes de su retirada en 1992, estas memorias revelan el testimonio vital y profesional de una figura poco dada a las entrevistas y en gran parte desconocida. Larry Bird se sincera sobre algunos de los capítulos más decisivos de su vida y de su carrera: la angustia por el suicidio de su padre, la férrea disciplina que convirtió a un chico de pueblo en una superestrella nacional, la magia del Boston Garden y los Celtics, la feroz rivalidad con los Lakers o su relación con Magic Johnson, Michael Jordan o Isiah Thomas.