En el Libro de las fundaciones ofrece Teresa de Jesús la crónica más viva de su apasionante aventura, que, partiendo del corazón de Castilla, se extendió por toda España y traspasó pronto sus fronteras. Es como una gran película que supera con mucho la narración de unas fundaciones de conventos para abrir ante nosotros el cuadro de una época clave de España y de la vida cotidiana de entonces. Pero, al mismo tiempo, nos decubre hasta los repliegues más íntimos del proceso interior de una gran mujer. Víctor García de la Concha, director de la Real Academia Española y uno de los primeros especialistas teresianos, ha preparado una cuidada edición del texto, fiel a su autógrafo, y evidencia en su estudio lo que Azorín decía: que, en cuanto al estilo, Teresa de Jesús es más lección que Cervantes, porque en Cervantes encontramos el castellano ya hecho, mientras que en ella vemos cómo se va haciendo.
En el Libro de las fundaciones ofrece Teresa de Jesús la crónica más viva de su apasionante aventura, que, partiendo del corazón de Castilla, se extendió por toda España y traspasó pronto sus fronteras. Es como una gran película que supera con mucho la narración de unas fundaciones de conventos para abrir ante nosotros el cuadro de una época clave de España y de la vida cotidiana de entonces. Pero, al mismo tiempo, nos decubre hasta los repliegues más íntimos del proceso interior de una gran mujer. Víctor García de la Concha, director de la Real Academia Española y uno de los primeros especialistas teresianos, ha preparado una cuidada edición del texto, fiel a su autógrafo, y evidencia en su estudio lo que Azorín decía: que, en cuanto al estilo, Teresa de Jesús es más lección que Cervantes, porque en Cervantes encontramos el castellano ya hecho, mientras que en ella vemos cómo se va haciendo.