Él es un escritor solitario, y lo suyo son las novelas de terror. Ella es una actriz en horas bajas, que sobrevive montando espectáculos para niños. Él conoce una docena de maneras de matar a sus personajes. Ella sabe hacer reír a su público. Pero ahora no podría estar más seria. Annie Hewitt ha llegado a la isla de Peregrine en medio de una tormenta de nieve. Está sin un centavo y lo único que le queda son los títeres con que se gana la vida, las novelas románticas que adora y algo de coraje. No podría estar peor preparada para reencontrarse con el hombre que vive en Harp House, la mansión que domina la aldea desde un acantilado barrido por el viento. Cuando era una adolescente, él la traicionó de un modo que ella jamás podría olvidar ni perdonar. Ahora ambos están atrapados en una isla inhóspita cuyos habitantes no dejan de meter la nariz en lo que no les importa. Ese hombre, ¿es el villano que ella recuerda o ha cambiado? La cabeza le dice que no, el corazón, que sí. Será un largo y duro invierno.