En las cajas se encuentra la cabeza de Ibrahim, un hombre al que todo el mundo apreciaba por su bondad y discreción, y por su particular filosofía de saber afrontar las tragedias aceptando su destino. Había nacido y se había criado en un remoto pueblo del norte de Irak, junto a sus eternos amigos de la infancia: Tarek, de vida acomodada y al que siempre la vida sonrió; y Abdulá, huérfano y depresivo, a quien llaman Kafka por su manera de pensar y por haber devorado las obras de aquel autor. Los «Hijos de la grieta de la tierra», como eran conocidos, habían vivido juntos alegrías, esperanzas, amores..., también guerras y las arbitrariedades del poder. Las buenas relaciones de Tarek permiten a Ibrahim lograr un empleo en Bagdad, en los jardines del presidente. ¿Qué provocó su muerte? ¿Qué le llevó a morir de tal manera? Los exóticos jardines del presidente esconden la respuesta tras sus verjas. Basada en hechos reales, Los jardines del presidente es una novela de extraordinaria calidad literaria, humana y política que narra la historia del Irak de Sadam Hussein (sin querer nombrarlo nunca) mejor que cualquier obra periodística o de ensayo. Una investigación profundamente conmovedora sobre el amor, la muerte y la injusticia, y una afirmación de la importancia de la dignidad, la amistad y la conciencia bajo la peor opresión. Pese a los hechos atroces que narra, el autor ha conseguido escribir una obra de alcance universal que afirma la vida y está en contra de todo nihilismo. Ahí residen su belleza y su originalidad que la hicieron merecedora del English Pen Award.