Los Florio, una poderosa dinastÃa convertida en leyenda que dejó su huella en la historia de Italia. Ignazio y Paolo Florio llegan a Palermo en 1799 huyendo de la pobreza y de los terremotos que sacuden su tierra natal, en Calabria. Aunque los comienzos no son fÃíciles, en poco tiempo los hermanos consiguen convertir su tienda de especias en la mejor de la ciudad. Decididos y tenaces, expanden el negocio con la seda que traen de Inglaterra y no tardarÃín en comprar las tierras y los palacios de la aristocracia arruinada. Cuando Vincenzo, el hijo de Paolo, tome las riendas de la Casa Florio, el avance serÃí ya imparable: con su propia compañÃa naviera llevarÃín el Marsala de sus bodegas hasta los paladares mÃís exquisitos de Europa y América. En Palermo su ascenso se observa con asombro, pero también con envidia y desprecio. Durante décadas seguirÃín considerÃíndolos una familia de «extranjeros» cuya «sangre apesta a sudor». Nadie es capaz de comprender hasta qué punto en el corazón de los Florio late un ardiente deseo de éxito social que condicionarÃí sus vidas durante generaciones, para