Ignacio Charrán es un joven periodista que recibe un importante encargo: visitar en el Congo a la doctora Wickedwhole, una reconocida zoóloga. Pero la mujer se muestra poco colaboradora con su entrevistador y le prohíbe el acceso a parte de su casa-laboratorio. Lo más extraño ocurre por las noches, cuando a la ventana de Ignacio se asoma un extraño ser al que apenas entrevé en la oscuridad. Dispuesto a averiguar lo que ocurre, la última noche de su estancia en la casa decide perseguir a esa cosa y entra en el laboratorio prohibido. A partir de ahí, no recuerda nada y repite dos palabras una y otra vez: ¡El horror! ¡El horror!