¿Qué significa en la sociedad contemporánea cumplir años? ¿Es la vejez un proceso negado, una realidad rechazada? ¿Permanece vigente la idea de que los hombres maduran pero las mujeres envejecen? ¿A qué clase de vejez aspiramos? El derecho a vivir con plenitud en la madurez: esta es la reivindicación que Carmen Alborch plantea en este libro. Una reflexión acerca de diversos placeres ?la libertad, la amistad, la soledad, el buen humor, la familia, el cuidado, el buen amor, la participación? que adquieren una intensidad diferente precisamente cuando la responsabilidad de la vida laboral activa va decreciendo, y se disponede más tiempolibre para reencontrarse y reinventarse. Carmen Alborch se aleja de los tópicos y vuelve a poner el acento en un tema esencial de nuestro tiempo. Un libro que abre el debate sobre el significado de envejecer en la sociedad contemporánea. «Creo sinceramente que, a pesar de todo, estamos en condiciones de participar en la que se ha calificado la revolución más significativa del último siglo, la revolución de la longevidad, con la idea o finalidad de envejecer creativamente. Antes la aspiración o la conquista era envejecer; ahora se trata de envejecer bien». Carmen Alborch
¿QUÉ SIGNIFICA EN LA SOCIEDAD CONTEMPORÁNEA CUMPLIR AÑOS?¿Abandonarnos a una existencia pasiva en la que ilusiones, pasiones, aficiones o intereses políticos o ciudadanos quedan relegados a un segundo o tercer plano?Así ha sido durante mucho tiempo. Ahora, con el aumento espectacular de la esperanza de vida saludable, los hombres y mujeres que se encuentran en el ciclo vital de la madurez reclaman el derecho a vivir con plenitud, y esa es precisamente la reivindicación que Carmen Alborch plantea en esta obra: una reflexión acerca de diversos placeres ?la libertad, la amistad, la cultura, la familia, el cuidado, el amor, la participación, etc.? que adquieren una intensidad diferente precisamente cuando las responsabilidades de la vida laboral activa van decreciendo y se dispone de mucho más tiempo libre para reencontrarse y reinventarse. En la línea lúcida y rompedora de sus anteriores libros, como Solas y Malas, Carmen Alborch, alejándose de los tópicos, vuelve a poner el acento en un tema esencial de nuestro tiempo.