¿Crecerá Madrid aún más para competir con Londres
o Miami? ¿Ha de alcanzar, como París, el 30% del PIB nacional? ¿Debemos optar por un modelo de país más equilibrado? ¿Cómo beneficiará una ciudad-Estado al resto de España?
Madrid necesita superar los diez millones de habitantes y convertirse en una metrópolis poderosa, capaz de competir con otras ciudades globales dentro de una economía que pone en jaque el poder de las naciones. Madrid ya no es únicamente la capital de una nación, su autonomía casi la ha convertido en una polis de hecho y de derecho, una suerte de Distrito Federal que necesita articularse con el resto de España porque es la principal baza para que el país despunte entre los países desarrollados en el siglo XXI.
Fernando Caballero recorre en este ensayo audaz y erudito los retos y dificultades que encara la capital para dicha transformación. Desde la renovada implicación con Hispanoamérica, hasta los nuevos circuitos de poder internos, las infraestructuras y el urbanismo necesarios, y la evolución sociopolítica de una ciudad que «atrae y es admirada como realidad, pero al mismo tiempo desata críticas feroces como concepto». Una capital europea sin aparente identidad, pero que precisamente encuentra en esa indefinición su mejor oportunidad para ampliar su magnetismo internacional.