En los cuentos clásicos, la protagonista abandona su realidad y, llevada por un tornado, cayendo por una madriguera, atravesando un espejo o volando con la ayuda de polvo mágico de hada, llega a otro plano, a un mundo diferente al suyo.
En nuestra realidad, no existen países de las Maravillas ni de Oz ni de Nunca Jamás. Lo más parecido a otro mundo distinto al nuestro tal vez llega con la muerte.
Esta idea es el germen de Malaria, un cuento gráfico donde Jali presenta su lado más poético y que gira en torno a la muerte de una niña y a la angustia de unos padres a los que les espanta pensar en la posibilidad de que su hija pequeña pueda seguir existiendo en ?otro mundo?, sola, lejos de ellos.
Gerardo Vilches asegura en el prólogo que Jali regresa con Malaria ?a su mundo de extraña poesía; de soledad y muerte, pero también de ternura y amistad. En sus páginas se siente libre. Juega con la composición, se divierte con experimentos gráficos, confronta los tétricos escenarios con la inocencia infantil. Y con todo ello crea, de nuevo, una obra fantástica?.