Un manual que abordase los Derechos del Consumidor en el Sector Turístico se hacía necesario e imprescindible, tanto para el usuario turístico como para el empresario y profesional del sector.
Pero el alcance de este libro va más allá de una simple indicación de pautas sobre cómo presentar una reclamación, se expone una metodología asequible al consumidor acompañada de un buen número de ejemplos prácticos y reales.
El libro realiza, como si de una película road movie se tratara, un paseo, una excursión, ¿por qué , no? una aventura o... simplemente un viaje pormenorizado por una especie de zoco turístico, de escaparate multidisciplinar: establecimientos de alojamiento turístico; apartamentos turísticos; alojamientos de turismo rural; albergues turísticos; campamentos de turismo; establecimientos de restauración; viajes combinados; derechos de los pasajeros aéreos; empresas de intermediación turística; derechos de aprovechamiento por turno de bienes inmuebles de uso turístico; clubes de vacaciones con descuento; turismo activo... Finalmente ambiciona familiarizar al lector con una serie de instrumentos como medios de expresión para suplir o equilibrar las situaciones de inferioridad, subordinación o indefensión en que pueda encontrarse el usuario turístico. Y no atascar las funciones inspectoras en materia turística con reclamaciones sin orden ni concierto, a tontas y a locas: matrimonio que se hospeda en un hotel. A la mañana siguiente, la señora se queja en recepción: no han hecho bien la cama. Segundo día, protesta. Disculpas por parte de la dirección, le cambian el personal de habitaciones. Tercer día de estancia, se van. Solicitan la hoja de reclamaciones. Motivo: la doblez de la sábana debe hacerse teniendo en cuenta el ancho de la almohada y no lo hacen.
No te olvides, tus derechos viajan contigo. La ignorancia no.
¡Feliz Viaje!