En 1893, Arthur Conan Doyle decidió matar a Sherlock Holmes. Así pues, escribió "El problema final", que cierra el presente volumen, con la intención de concluir el ciclo narrativo. Los lectores no se lo perdonaron, y Doyle se vio obligado a resucitar a su ya inmortal personaje. Las 12 historias recopiladas en este volumen contienen muchos de los mejores momentos del llamado «canon holmesiano».