Cuando estalló la guerra, Umbral contaba apenas cuatro años. Desde la perspectiva del escritor en la reciente cuarentena, Umbral vuelve la mirada hacia las décadas de 1940 y 1950 para conjurar la memoria de una generación de niños, la suya, nacidos en zona nacional. La contienda civil impuso a los candorosos días de infancia una cotidianidad marcada por el estraperlo y las cartillas de racionamiento, y Umbral tira del hilo de la memoria para evocar toda una época a través de los ojos del niño.
Adobada con el humor característico de Umbral e hilvanada a partir de retazos destilados del recuerdo, Memorias de un niño de derechas constituye una inclasificable crónica costumbrista de los años de posguerra.