El secuestro de Di Stéfano, la caída de Ocaña en La Menté, las aventuras y desventuras de Bahamontes, el fenómeno Urtáin, la misteriosa muerte de Benítez, la clausura del Metropolitano, la curiosa conversación entre Franco y Miguel Ors sobre el olímpico príncipe Juan Carlos, el puñetazo de Villar a Cruyff, la fuga de Coque con Lola Flores, Ángel Nieto, Kubala, Gento, Iríbar, Zoco, Glaría, Ramallets, Ferrandis y su globetrotter, Pahíño, Pirri, Gorostiza, Alsúa, Carrasco contra Velázquez, Luis Suárez y su balón de Oro, Helenio Herrera, la primera santiaguina, el Racing de los bigotes o la peluca de Tati Valdés. Y muchas historias más? Alfredo Relaño ha escrito casi un centenar de relatos que sucedieron en el paisaje social y político del franquismo. «Abarca desde finales de los cuarenta hasta la Transición. En esos años cambió España, pero algo había en común entre el principio y el final: todo lo veíamos en blanco y negro, o al menos los que lo vivimos lo recordamos así. No éramos fuertes en deporte, pero el deporte era igual de fuerte en emociones e intensidad que ahora. Los ídolos eran más heroicos que los de ahora, porque se enfrentaban a mayores dificultades, su vida era más dura, y sus triunfos escasos levantaban oleadas de pasión mayores incluso que las de ahora», explica el autor.
El secuestro de Di Stéfano, la caída de Ocaña en La Menté, las aventuras y desventuras de Bahamontes, el fenómeno Urtáin, la misteriosa muerte de Benítez, la clausura del Metropolitano, la curiosa conversación entre Franco y Miguel Ors sobre el olímpico príncipe Juan Carlos, el puñetazo de Villar a Cruyff, la fuga de Coque con Lola Flores, Ángel Nieto, Kubala, Gento, Iríbar, Zoco, Glaría, Ramallets, Ferrandis y su globetrotter, Pahíño, Pirri, Gorostiza, Alsúa, Carrasco contra Velázquez, Luis Suárez y su balón de Oro, Helenio Herrera, la primera santiaguina, el Racing de los bigotes o la peluca de Tati Valdés. Y muchas historias más?
Alfredo Relaño ha escrito casi un centenar de relatos que sucedieron en el paisaje social y político del franquismo. «Abarca desde finales de los cuarenta hasta la Transición. En esos años cambió España, pero algo había en común entre el principio y el final: todo lo veíamos en blanco y negro, o al menos los que lo vivimos lo recordamos así. No éramos fuertes en deporte, pero el deporte era igual de fuerte en emociones e intensidad que ahora. Los ídolos eran más heroicos que los de ahora, porque se enfrentaban a mayores dificultades, su vida era más dura, y sus triunfos escasos levantaban oleadas de pasión mayores incluso que las de ahora», explica el autor.