Un buen día empezó el mundo y empezó el tiempo, y del choque entre planetas surgió la Tierra. Y empezaron las estaciones. Y primero fuimos peces en el agua, luego reptiles y más tarde mamíferos. Empezamos a andar sobre dos piernas y a fabricar nuestros primeros utensilios. Y el mundo parecía ya acabado, pero desde entonces siempre hemos continuado fabricando e inventando nuevas cosas que nos han traído progreso, pero que también nos han traído destrucción. Y desde entonces el mundo no ha parado, ni nosotros tampoco.