La vida de Renata, la protagonista
de Naturaleza infiel, podría entenderse como la historia de una deriva o de una huida hacia delante, pero nunca como la historia de una rendición. Cuando su padre muere, el orden familiar se trastoca. Y mientras la madre intenta fundar un nuevo hogar, Renata y su hermana María se precipitan. Por momentos, el sexo y las drogas tensan la narración, la despojan de adornos innecesarios, de excusas. Nos sacuden como pocas veces en
la literatura moderna.
El destino que nunca llega, los amantes que se suceden, la oscuridad que a veces resulta angustiosa hacen de Naturaleza infiel un texto inquietante y, sin embargo, plagado de luz, lirismo, humor y ternura, con un estilo y un talento fuera de lo común.