Inteligencia, desenfado y sensibilidad son los tres pilares sobre los que se asienta esta obra, a medio camino entre la novela y el monólogo, en la que la autora comparte con el lector, conuna actitud muy poco políticamente correcta, sus reflexiones, comentarios y reacciones a una realidad en la que, no nos queda otra, tenemos que resistir como podamos... Mordaz, irónica, muy aguda y también sorprendentemente tierna, Raquel Martos nos demuestra cómo se puede pasar de sufrir a disfrutar, de la resignación a la indignación, del odio al amor y viceversa sin las etapas intermedias.
Carla, habladora compulsiva, exageradamente emocional y expresiva, piensa que lo peor que le ha podido pasar es quedarse sin voz durante seis semanas, justo cuando atraviesa una crisis personal y profesional que ha puesto su vida patas arriba.Obligada a estar callada, pero incapaz de quedarse sin decir nada, Carla, tan impulsiva e irónica como siempre (a través del WhatsApp, la pizarra y el e-mail), aprenderá a comunicarse con el mundo como nunca antes lo había hecho y escuchará por fin cosas que jamás había oído por mucho que se las hubieran dicho.