«Magnética, la noche nos acerca a cuanto oculta», dice un poema de este libro, y nos «enseña sus indicios.» Esos indicios son los mimbres con los que se tejen los poemas de Nocturno casi. La poesía de Oliván indaga y reflexiona a través del lenguaje, y renovando imágenes y asociaciones se adentra en algunas perplejidades de lo real. Sus versos nos abren la trastienda, muestran la cara oculta, el reverso, de algunas experiencias que sólo la poesía puede nombrar. Dividido en tres partes («Ardua trama», «Tocar extremos» y «Visión nocturna»), el libro desentraña esos enigmas y los dota de un sentido, que es vital y se revela metafísico. Y así, en la serie que con coherencia han establecido Puntos de fuga y El libro de los elementos, sus libros anteriores, este Nocturno casi culmina la trayectoria del autor y se nos presenta como su obra más madura y profunda.
«Magnética, la noche nos acerca a cuanto oculta», dice un poema de este libro, y nos «enseña sus indicios.» Esos indicios son los mimbres con los que se tejen los poemas de Nocturno casi. La poesía de Oliván indaga y reflexiona a través del lenguaje, y renovando imágenes y asociaciones se adentra en algunas perplejidades de lo real. Sus versos nos abren la trastienda, muestran la cara oculta, el reverso, de algunas experiencias que sólo la poesía puede nombrar. Dividido en tres partes («Ardua trama», «Tocar extremos» y «Visión nocturna»), el libro desentraña esos enigmas y los dota de un sentido, que es vital y se revela metafísico. Y así, en la serie que con coherencia han establecido Puntos de fuga y El libro de los elementos, sus libros anteriores, este Nocturno casi culmina la trayectoria del autor y se nos presenta como su obra más madura y profunda.