Los pájaros, las mariposas y las ratas se habían ido.
La hierba y las hojas se habían marchitado.
Las flores se habían convertido en recuerdos.
Las calles y los edificios estaban vacíos.
Todo el mundo se había marchado a la Luna.
Abandonado, Vasco vagaba por soledades estériles
siguiendo a su propia sombra. De repente
«Non Stop» fue uno de los últimos libros de Tomi Ungerer,
la prueba de que hasta sus últimos días se mantuvo activo
y creativo. Aunque aparentemente parece pesimista
por el ambiente apocalíptico en el que transcurre la historia,
este definitivo legado contiene un mensaje de esperanza,
sin dejar de reflejar el carácter crítico del autor.