Querido lector:
Seguramente ya sabes que Rachel, mi mujer, me ha dejado. Está embarazada y dice que no soporta más la tensión que hay en nuestra casa. Jolene, mi hija de trece años, está celosa de ella. Puede que sea culpa mía. Al quedarme viudo, la mimé demasiado... Jolene estaba leyendo por encima de mi hombro hace un momento y dice que no es verdad. Que fue Rachel la que lo echó todo a perder. Pero eso sí que no es cierto. En realidad, la cuestión es cómo voy recuperar mi vida. Ni siquiera sé dónde está Rachel. No está con Teri Polgar, ni con ninguna de sus amigas del salón de belleza. La otra cuestión es cuándo madurará Jolene y dejará de comportarse como una mocosa malcriada. No soy el único del pueblo que tiene problemas, claro. A Linc Wyse, su suegro está intentando hundirle el negocio. ¿Y conocéis a Charlotte Rhodes? Pues parece que está perdiendo la memoria, y su familia está preocupada por ella y por Ben Están pasando montones de cosas.
Pero Rachel siempre se entera de todo mejor que yo. Si tenéis idea de dónde está mi mujer, llamadme, por favor.
Bruce Peyton