Celia Sánchez, Albis Torres y Nadia Guerra, los tres personajes femeninos en que se centra Nunca fui Primera Dama, no sólo pertenecen a esa estirpe de protagonistas que se instalan para siempre en la memoria del lector sino que, además, trenzan con sus peripecias existenciales la historia, con minúscula, de la vida cubana desde los años de la Revolución a la actualidad. Con un vitalidad desbordante, con pasión irrefrenable, con valentía y lucidez, Wendy Guerra, autora de Todos se van (I Premio Bruguera 2006 otorgado por Eduardo Mendoza en calidad de jurado único), aúna autobiografía y ficción en una novela deslumbrante, emotiva, que rebosa libertad, ironía, sentido del humor y ternura. Con Nunca fui Primera Dama, Wendy Guerra se confirma como uno de los valores del nuevo boom de la literatura latinoamericana.