Si los deseos fueran estrellas, el universo siempre brillaría.
Por suerte, los deseos son invisibles como el aire que respiramos.
Si no, tanta luz nos cegaría.
Si, una vez reunidas las siete bolas de dragón, invocaras al dragón Shenlong, ¿qué le dirías? Si tuvieras una lámpara mágica que te concediera lo que le pidieras, ¿qué deseo formularías? Parece que tenemos muchos sueños por realizar, pero si tuvieras la oportunidad de formular un deseo, ¿cuál sería?