Daisy Fellows, una joven investigadora hispano-británica, no pasa por su mejor momento. Su padre acaba de fallecer y su novio la ha abandonado. Hundida en su tristeza, un descubrimiento fortuito la llevar a cambiar el rumbo. Ordenando el archivo de su padre en Oxford descubre unas cartas escritas hace ciento cincuenta años.
Daisy las lee sin poder parar. Rápidamente ata cabos y averigua que la autora es María Manuela Kirkpatrick de Grevignée, condesa de Teba, una de las mujeres más famosas de su época, relacionada con lo más granado de la sociedad y amiga de artistas y escritores. La mayoría de las cartas halladas están dirigidas a sus adoradas hijas: Eugenia, emperatriz de los franceses, y Paca, duquesa de Alba y, como un juego de muñecas rusas, contienen vidas encajadas a lo largo de generaciones.
Esta novela nos lleva de Inglaterra a Madrid, de Málaga a Granada y París, del ducado de Alba al imperio francés, en un siglo xix vertiginoso en el que María Manuela y sus hijas fueron las mujeres más célebres de toda Europa.