Pack que incluye los títulos de la bilogía Somos secretos.
Cada atardecer:
Martina lleva cinco años sin pintarse los labios. Más o menos desde que Jon se marchó.
Jon lleva cinco años pensando en ella. En lo que hizo. En las decisiones del pasado.
La vida de Sergio es un caos. Tanto como para verse en la calle y acabar llamando a la puerta de la casa de Martina, su hermanastra. «¿Veré de nuevo a Victoria?», piensa. Y lo desea. Más que nada.
Vic lo tiene todo. Trabajo, novio, dinero, talento y belleza. No hay espacio para el fracaso. Solo lo hubo una vez, pero hace ya tiempo que no se permite pensar en el único error de su vida.
Y Gabi
, bueno, Gabi está cansada de ser un desastre. Si no, pregúntaselo al nuevo inquilino del piso de enfrente. Se llama Guzmán y está a punto de compartir demasiado con ella en un patio de vecinos.
¿Qué ocurre cuando el pasado regresa y debes enfrentarte a él? ¿Qué pasa cuando vives tan anclada en el presente que avanzar resulta imposible? ¿Qué sucede si el futuro no solo depende de quien quieres ser sino también de quien un día fuiste?
«Los secretos tienen el poder de decepcionar, de dañar, de romperte, de cambiar tu vida o de darle un sentido nuevo e inesperado. Los secretos pueden conseguir lo que las verdades a la cara nunca lograron.»
Cada amanecer:
Martina está herida y siente que se encuentra de nuevo en la casilla de salida.
Jon la quiere, pero no sabe qué hacer para recuperar lo que tenían.
La vida de Gabi iría mejor que nunca si no fuera porque su mejor amiga no quiere ni mirarla a la cara y porque Guzmán resultó no ser quien creía.
Vic piensa, por primera vez, que lo que tiene con un hombre es de verdad, pero eso no evita que el pasado siga recordándole lo que hizo mal.
Sergio, en cambio, está enamorado y confía en que todo se arregle con su hermana, pero él también oculta un secreto.
¿Qué sucede con los secretos cuando las verdades se exponen? ¿Qué hacemos cuando descubrimos que la historia que compartimos con alguien no es como creíamos? ¿Y si, para desprendernos del pasado, todo pasa por volver a empezar?
«Sentí un pellizco en el corazón al valorar la posibilidad de que los secretos siempre hubieran estado ahí, delante de mis ojos, pero que fui yo la que miré hacia otro lado.»