Nos han enseñado que el atajo no es recomendable, que es un recurso tramposo. No obstante, es una táctica que nos proporciona la solución de un problema en el menor tiempo y con el menor gasto de energía posibles. Este ameno e iluminador libro nos enseña que la capacidad de dar con enfoques innovadores nos diferencia del más eficiente de los ordenadores y que el atajo es básico para resolver los retos de la vida cotidiana.