La obra presente, Por las montañas de Lena, desarrolla un aspecto más del método de trabajo a partir de la experiencia de cada uno y cada una sobre su propio entorno inmediato.En este caso el autor aprovecha un conjunto de rutas de montañas más vistosas, educativas y más placenteras, para guiarnos, una vez más, en esta interpretación cultural de un concejo rural concreto: para «leer» cualquier paisaje desde un monte cualquiera.En fin, una «lectura» de cada paraje asturiano a partir de los nombres del terreno: descubrir caminos, interpretar lo desconocido a partir de lo que ya sabemos; escuchar el silencio; aprender de los lugareños aquello que desconocemos acerca de las plantas, de los ríos, de los caminos, de los productos rurales, de las costumbres animales de la vida que late en los poblados: una mezcla de pasado, presente y prespectiva, en ese devenir asturiano que tampoco se detiene en los pueblos de montaña. Una «lectura», en fin, de estos contornos a medias entre lenenses, leoneses, alleranos, quirosanos, riosanos..., que unen, más que separan, los tiempos, los senderos, y latidos de esas montañas, siempre de vuelta entre la primavera y el invierno, otra vez.