«Pero ¿qué pasó con Adriana...?», se preguntan todos los animales de la granja del señor Ticiano. Y es que se ha formado un gran revuelo en ella, porque algunos han visto cómo el perro Boo llevaba en su boca a la paloma Adriana hasta su caseta, corriendose pronto la voz por toda la granja de que Boo ha atrapado a Adriana y se la quiere comer. Todos están tan alamardos que planean atacar a Boo, y así poder rescatar a su amiga, pero al llegar a la puerta de la caseta, se llevarán una gran sorpresa, pues la encuentran plácidamente acurrucada entre las patas de Boo, que la lame para curar sus heridas y le da calor.
«Pero ¿qué pasó con Adriana...?», se preguntan todos los animales de la granja del señor Ticiano. Y es que se ha formado un gran revuelo en ella, porque algunos han visto cómo el perro Boo llevaba en su boca a la paloma Adriana hasta su caseta, corriendose pronto la voz por toda la granja de que Boo ha atrapado a Adriana y se la quiere comer. Todos están tan alamardos que planean atacar a Boo, y así poder rescatar a su amiga, pero al llegar a la puerta de la caseta, se llevarán una gran sorpresa, pues la encuentran plácidamente acurrucada entre las patas de Boo, que la lame para curar sus heridas y le da calor.