A lo largo de su obra, el influyente filósofo y sociólogo Georg Simmel (1858-1918) se ocupó de temas muy diversos (la religión, el dinero, las sociedades modernas, la moda, el secreto...) y de figuras como Goethe, Schopenhauer o Nietzsche, pero siempre estuvo muy atento a las cuestiones estéticas. Convencido de que «el arte es nuestro agradecimiento al mundo y a la vida», escribió sobre artistas destacados como Miguel Ángel o Rodin, y al final de su vida nos dejó este Rembrandt (1916), un ensayo enfocado desde la perspectiva de la filosofía del arte y que ofrece un acercamiento más preocupado por una indagación reflexiva sobre la obra que por los datos biográficos o por las distintas etapas de su producción. Sin dejar de referirse a la relación de Rembrandt con otros pintores y analizando varias de sus obras más importantes, lo que nos aportan estas páginas es el conocimiento de los fundamentos estéticos de un artista de obra tan amplia y diversa (pinturas, grabados y dibujos). Estudiando el trasfondo de sus retratos y autorretratos, de su pintura cívica y religiosa, Simmel nos ayuda a comprender mejor, desd