Un joven neurótico ve perturbadas sus rutinas por la indeseada visita de un viejo amigo. La realidad se entrelaza con las ensoñaciones homicidas del protagonista. Como en la pesadilla de un arquitecto, las formas nacen, crecen, se retuercen, se disuelven, gritan hasta enloquecer. Si existe un dibujante elegante hasta el desafecto, alguien que convierta el humor más raro en un vértigo quieto de líneas y manchas, ese es Max Baitinger.