Los maestros del Budo (las Artes Marciales en su dimensión espiritual), llaman Seish-Tanren al proceso de la Alquimia sutil del ser, comparándolo con las diferentes etapas de fragua y templado, de calcinación e inmersión del metal bruto en las heladas y puras aguas de la Verdad. Obra mística que forja nuestra mente hasta otorgarle la belleza, la rectitud y el fi lo de un sable japonés. Al igual que los Caballeros Andantes del Occidente medieval, los Ronin Samuráis errantes han sido siempre los exponentes de cierto estado de espíritu o actitud ante la vida que se ha convertido en nuestros tiempos en el prototipo de un ideal existente en lo más profundo del corazón humano: la búsqueda de un paraíso perdido o de una realidad interior que unos llaman Grial y otros Satori. Inspirándose en los movimientos fundamentales del Arte Sagrado del Sable lai-Dò esta obra ha sabido traducir perfectamente la aptitud mental o espiritual que les corresponde, esa forma de ser esencial o Ética Trascendental que un hombre debe seguir y aplicar en toda circunstancia. Ronin, la vía del Guerrero errante, ha sido concebido como una guía eficaz para los buscadores de esa Verdad que trasciende toda comprensión. Fruto de una larga investigación, Ronin nos indica un sendero hacia el retorno pacífi co y estable a la Armonía con las leyes y principios que rigen la naturaleza y el Universo, dentro y fuera de uno mismo. Proceso alquímico que hace de nosotros, un Tatsu-Jin, un Hombre realizado, un Hombre Tao