Este libro es la foto coral de un país imprevisible, convulso y a menudo demencial. No hemos salido mejores de la pandemia, pero España sí ha salido salvaje.
Este libro es la crónica de la nueva modernidad, el mural de un país insólito y a menudo estupefaciente donde la mentira prospera como un reguetón, el Parlamento se parece a un plató, y la dicha depende de un like. Todo, bajo la sospecha de que «el mundo es un viejo error».
Aquí está el retrato de un tiempo loco y líquido, donde brilla un puritanismo homicida, Tinder computa como lectura, las mascotas usan mejor butaca que un abuelo y el pensamiento se cambia el bikini en el almanaque de Instagram.