Hace mucho tiempo, en una charca apestosa, vivía una rana diminuta y pecosa. Sus hermanos la llamaban Poquita Cosa, pero él prefería... ¡Sir Nenúfar, la rana valerosa! Sir Nenúfar tenía un deseo muy noble: crecer mucho, ser muy alto y tan fuerte como un roble. Una noche, antes de ir a dormir, leyó una historia que le hizo sonreír. Hablaba de una rana que al calor de un beso se había convertido en un príncipe de carne y hueso.Es audaz, es valiente, posee sabiduría y valor. A las libélulas espanta. ¡Le tienen pavor! Levantaos, Sir Nenúfar el Verde. Nunca antes existió una rana tan valiente. Un héroe diminuto protagoniza esta intrépida historia de proporciones épicas de las creadoras de La princesa rebelde.
Hace mucho tiempo, en una charca apestosa, vivía una rana diminuta y pecosa. Sus hermanos la llamaban Poquita Cosa, pero él prefería... ¡Sir Nenúfar, la rana valerosa! Sir Nenúfar tenía un deseo muy noble: crecer mucho, ser muy alto y tan fuerte como un roble. Una noche, antes de ir a dormir, leyó una historia que le hizo sonreír. Hablaba de una rana que al calor de un beso se había convertido en un príncipe de carne y hueso.Es audaz, es valiente, posee sabiduría y valor. A las libélulas espanta. ¡Le tienen pavor! Levantaos, Sir Nenúfar el Verde. Nunca antes existió una rana tan valiente. Un héroe diminuto protagoniza esta intrépida historia de proporciones épicas de las creadoras de La princesa rebelde.