Álex no lo sabe, pero tal vez averigüe algo sobre el amor.
Lo fácil: la búsqueda. Lo difícil: salir vencedores tras encontrarlo.
¿Qué tiene Todas las chicas besan con los ojos cerrados que conquista a quien la lee?
Cuando Álex conoce a Natalia su vida da un giro radical. No es que Álex crea demasiado en parejas ideales y medias naranjas, pero está harto de rollos esporádicos, ahora lo que de verdad necesita es encontrar a una chica All-Star; enamorarse, enamorarla, llenar con ella un piso de muebles Ikea, sentar cabeza pero ¿será tan sencillo? Porque Álex recordará que el mundo está lleno de otras chicas, y se sentirá viejo, y tal vez caiga rendido ante los encantos de otras chicas, o tal vez lo envíe todo al garete y viaje hasta Tokio hecho un lío...
Esta es una historia de amor y desamor y también un retrato generacional: sus deseos y contradicciones, sus manías, infancias, dudas, facebooks, gadgets, pisos compartidos, trabajos precarios, y los límites entre la juventud y la edad adulta.
Reseña:
«Una novela que me atrapó, no pude dejar de leerla y conservo de ella un muy agradable recuerdo en el corazón.»
Berto Romero
Con todos ustedes, los habitantes de esta novela:
Álex: Protagonista de nuestra historia. Joven, atractivo, tiene un trabajo creativo y más dudas de las necesarias.
Natalia: Una chica All-Star. Lista, independiente, guapa. Inventora de la teoría del número limitado de encuentros sexuales en una pareja.
Sandra: Amiga y ocasionalmente algo más de Álex. Pragmática, resuelta. No cree en príncipes azules y disfruta del momento.
Martín: El mejor amigo de Álex. Fiel, divertido y romántico.
Chewie: El «otro» mejor amigo de Álex. Un pastor alemán resultón. El Casanova del reino canino.
Clarice: Una agencia misteriosa. Inventores de un método que puede cambiar tu vida.
Keiko: Mujer joven residente en Tokio. Experta en borrar ex amantes de su Facebook.