Según el Génesis, el primer castigo fue botánico, y consistió en expulsarnos de un paraíso, de un jardín. Desde entonces vivimos en la añoranza. Bajo esta tensión entre exilio y pertenencia, Clara Obligado nos invita, con su escritura híbrida, a un paseo por la naturaleza en el que se mezclan pensamiento y literatura, ensayo y memorias.