La historia secreta de los ratones
no parece una sucesión de sucesos ordenados
en los anales que arañan incansables,
sino el reflejo de plata descompuesta
del laberinto de sus anfitriones.
Algún ratón se especializa,
por ejemplo,
en la trama complejísima de las pisadas
de generaciones de zapatillas;
el flujo errático de los míos por las baldosas.
Vergüenzas que afloran
con el disfraz del símbolo.