Este es el relato de un día terrible en la historia de la Tierra, nos dice Walter Álvarez, profesor de geología de la Universidad de California. Es la historia del día, hace sesenta y cinco millones de años, en que un cuerpo celeste chocó contra la tierra y causó una explosión mayor que las de cien millones de bombas de hidrógeno. Las consecuencias de esta explosión fueron una serie de desastres naturales -una inmensa bola de roca fundida que incendió los bosques, olas gigantes, oscuridad- que provocaron la extinción de la mitad de los géneros de plantas y de animales del planeta.
Hasta hace pocos años esta era simplemente una teoría que muchos rechazaban. Para verificarla, un equipo de científicos, dirigido por el profesor Álvarez, emprendió una búsqueda casi detectivesca de las pruebas del gran desastre cósmico que podía explicar el misterio de la desaparición de los dinosaurios. Tras muchos esfuerzos, su trabajo se vio finalmente recompensado cuando descubrieron el cráter de la muerte: la prueba del gran impacto que conmovió nuestro planeta hace sesenta y cinco millones de años.
Este libro, que Richard Muller ha calificado como la historia de una de las mayores aventuras de la ciencia del siglo XX, tiene algo de relato de ciencia ficción y el encanto de una novela de acción; pero representa también una importante aportación a la historia de nuestro planeta y de la evolución de la vida, que ahora sabemos que no fue lenta y gradual, sino que estuvo marcada por raras pero devastadoras catástrofes como la que causó la muerte de los dinosaurios.