Eva Landaluce regresa a Formentera, el lugar donde fue tan feliz, pero que ahora recuerda con tristeza. Allí, en la finca familiar El Paraíso, encontró años atrás el cadáver de su padre, cuyo asesinato nunca ha sido aclarado del todo. Lorenzo fue un hombre carismático, un reputado joyero que se obsesionó con una pieza legendaria: el collar de diamantes de María Antonieta.
Con el corazón anegado de emociones, Eva debe enfrentarse una vez más a la tragedia y a los secretos del pasado: desde los misterios que siempre rodearon a la figura de su padre hasta el repentino silencio de su hermana.
Porque algunos sentimientos, igual que los diamantes, son eternos.