Faltan pocos días para el 15 de marzo del 44 a.C., los idus de marzo, Julio César decide escribir en un diario sus pensamientos y sus recuerdos como caudillo, estadista, y sobre todo como hombre.
De su pluma, ya acostumbrada a la escritura, saldrán a la luz las grandes empresas que han dado vida al Imperio, las conquistas en Galia, la estrategia política, los enfrentamientos con el Senado, las conjuras de sus enemigos e incluso de sus partidarios. Pero también hay un César íntimo en el que afloran los afectos de su vida: sus amigos, sus amores, Cornelia, su primera esposa, y Julia, su hija.
Un gran latinista reconstruye el diario imaginario, pero impregnado de verdades históricas, de los últimos días de Julio César hasta el encuentro con su destino. Hay quien asegura que ese día las estrellas se apagaron.