George Eliot escribió El velo alzado en 1859 y en ella volcó toda su penetrante agudeza para el retrato psicológico en combinación con una desasosegante habilidad para la creación de un cuadro de horror fantástico. Esta insólita nouvelle suscitó tal desconcierto entre sus editores que no fue publicada hasta dos décadas más tarde; con el tiempo, sin embargo, ha llegado a considerarse uno de los logros más notables de la autora de Middlemarch.
¿Cómo se explica la pasión de un hombre por una mujer con la que sabe que llevará una vida desgraciada? ¿Cómo podemos amar aquello que nos destruirá? El joven Mortimer, un melancólico que tiene «la sensibilidad del poeta sin su voz», adquiere inesperadamente el don de leer el pensamiento de los demás: sólo una persona se le resiste y es la prometida de su hermano mayor. Sin embargo, una visión le anuncia que se casará con ella. Obra atípica en la producción de George Eliot, El velo alzado, publicada en 1859 en la Blackwoods Edinburgh Magazine, es una nouvelle con sorprendentes elementos góticos y fantásticos que uno no suele asociar con la autora de Middlemarch. Pero el lector reconocerá sin duda su huella en la sutileza y la profundidad del estudio de una personalidad tortuosa y en la compleja recreación de un amor en el que conviven la fascinación y la mezquindad.