El viento estaba muy pesado aquel día y nuestro niño protagonista le respondió con una ventosidad. Así empezó la guerra. El vendaval, desatado de ira, atacó las persianas de las ventanas, deslizó aullidos por las rendijas, lanzó piedras contra los cristales, coló ráfagas heladoras por las grietas. A punto estuvo de convertir al niño en una ráfaga errante. El tándem Pablo Albo / Lucía Serrano continúa con su serie de terror y añaden Viento enfurecido a los ya publicados Esqueleto ladrón y Pelusa asesina.