Una tarde poética y muy especial. El espacio cultural de La Pilarica volvió a acoger el programa Afinidades Electivas, una actividad organizada por el Ministerio de Cultura y Deporte a través de la Dirección General del Libro y Fomento de la Lectura. En esta ocasión fueron los poetas Alba Cid, llegada desde Galicia, y Diego Solís, asturianu de Xixón, los encargados de debatir y compartir experiencias literarias, en un acto que estuvo presentado por Inaciu Galán. Una hora de debate en asturiano y gallego acerca de la lectura, su trayectoria en el mundo literario y, en definitiva, de la vida.
Ambos comenzaron muy pronto sus andanzas en el mundo poético. “El contacto con el mundo creativo comenzó de niña y fui siendo consciente con el paso del tiempo; tuve la suerte de encontrar personas en el camino que me animaron a presentarme en grupo y a concursos. Mi proceso creativo tiene que ver con intuiciones o pequeños descubrimientos que llevan aparejados un proceso de investigación”, comenta Alba Cid. Diego Solís comenzó agradeciendo la presencia de Alba, a la que considera “un ejemplo de cómo hacer universal aquello que tenemos cerca”.
Y en cuanto al proceso creativo, Solís empezó con el dibujo. “Me viene a la cabeza cuando era pequeño y solía hacer caricaturas a los políticos o personas que aparecían en los periódicos, como si fuera un juego de máscaras. En mi último libro hay un poco de eso, una visión irónica de la realidad”, señala, aunque reconoce que “en otros momentos intento expresar un sentimiento o algo que tienes en la cabeza”.
La actualidad lingüística del país también fue uno de los temas que se tocó durante el encuentro. “Da la sensación de que últimamente las lenguas periféricas están teniendo más aceptación fuera de sus propias fronteras, hay como un resurgimiento”, opina Solís. Para Cid, “los premios nacionales que recientemente fueron otorgados a poetas gallegos son como una especie de reconocimiento colectivo a la poesía gallega. La cooficialidad no significa que está en segundo lugar, debería ser natural hablar en nuestra lengua”, señala. Diego apuesta por “la normalidad, que cada uno sume en su propia lengua. Por ejemplo, que en las escuelas de idiomas de cualquier parte de España se pueda estudiar el gallego o el euskera para que todo el mundo tenga acceso real a estas lenguas”.
Aunque son dos poetas jóvenes, ambos cuentan con varios reconocimientos importantes. Alba logró el Premio Nacional de Poesía Joven “Miguel Hernández” 2020 por su obra "Atlas", mientras que Solís se alzó con el Premio Asturias Joven de Poesía en el año 2018 por "Cállanos con esa música". Pero, ¿son importantes los premios y qué utilidad tienen? “A mí, personalmente, no me cambió nada, pero de cara a presentaciones o eventos hay gente que tiene la percepción de que si hay un premio es como si validara todo lo anterior o todo lo futuro. Al final puedes no tener ningún premio o no haberte presentado a ningún concurso o certamen, pero para mí tendría la misma validez, aunque también es verdad que te abre puertas. Yo creo que el escritor o el artista tiene que vivir aparte de esos premios”, opina Diego Solís.
Para Alba Cid estos galardones fueron importantes “para tener ese feed back con el lector, para conocer a otros compañeros… Todos los premios, ya sean a nivel nacional o en un pueblo de Galicia tienen un componente azaroso brutal. Hay que ser honesto con uno mismo y saber qué es lo que nos mueve. Más allá de los premios y de la visibilidad que te puedan dar, creo que lo importante es tu propio camino”, señala.