Siempre ligado a las letras y al mundo de la cultura. Trabaja en la Librería Cervantes, es editor y fundador de Pez de Plata, ha colaborado en medios como AsturiasDiario o El Comercio y ha publicado diferentes relatos como Tiempo de relatos (finalista del V Certamen Universitario de Relato Corto, Booket, 2008) o Los entierros imposibles (5º Premio Stonberg, 2009). Estamos hablando de Jorge Salvador Galindo, que presentó su nuevo trabajo, Las croquetas del señor Keller (Eola Ediciones) en el espacio cultural de la Librería La Pilarica. Se trata de un libro de humor compuesto por treinta relatos y dos informes de lectura ficticios sobre dos novelas de Javier Tomeo que jamás escribió.
Un Javier Tomeo que tiene una gran influencia en el libro, empezando por el título. “Este título viene por dos motivos digamos. El primero, las croquetas, fue por una cita en la Revista de Occidente de Juan Benet hablando de la literatura de Tomeo que decía: “las novelas de Tomeo son como un plato de croquetas, todas de idéntico sabor”. Hay algo de polémica sobre si lo dijo en tono despectivo. Y la segunda, el señor Keller, era el pseudónimo de Javier Tomeo con el que empezó a publicar en la editorial Bruguera”, explica Galindo.
El nombre de cada uno de los relatos también tiene relación con Tomeo. “Corresponden a los títulos de cada una de las novelas que escribió. Y los dos informes son sobre dos obras de Tomeo ficticias”, señala. Fred Perro o Tonélido son algunos de los pseudónimo de los personajes que aparecen en el libro. “Surgen de la imaginación. Varios son como un juego de palabras o un detalle acerca de Tomeo”, dice Jorge Salvador Galindo, que reconoce que el relato “El Unicornio” fue el primero que se escribió. “Fue por una anécdota. Íbamos por una playa caminando y al fondo había un caballo pero con el reflejo del sol a mí me pareció que tenía un cuerno. A medida que nos íbamos acercando la realidad golpea y vimos que era un burro. Me hizo gracia, empecé a escribir este relato y me di cuenta de que se titulaba igual que una de las primeras novelas de Tomeo y ahí empecé a tirar del hilo”, explica el autor.
Un Jorge Salvador Galindo que además de escribir esta novela homenaje a Javier Tomeo, también es el responsable de la editorial Pez de Plata. “Lleva más trabajo escribir un libro que editarlo. Yo estaba en la parte más sencilla de la ecuación, como editor”, bromea, aunque apunta que “es igualmente satisfactorio, porque digamos que a la hora de escribir tienes más libertad”. Una faceta de escritor que seguirá enriqueciendo en el futuro. “Voy a publicar una nueva novela para el mes de junio del año que viene y otra en octubre. Será una novela que imita un poco estos cuentos de literatura popular que mezclan muchos géneros y son muy locas, con mucha acción. Pero a su vez con un punto meta literario interesante”, explica Galindo, que además adelanta que está inmerso en otro trabajo homenaje a un escritor. “En este caso es un homenaje a un autor argentino, Roberto Fontanarrosa”.