Su actividad profesional es la música, pero su gran pasión es la poesía. Ha publicado varios libros, entre ellos los poemarios “La eternidad tiene los días contados” (Editorial Torremozas) y “Principio(s) de incertidumbre” (Suburbia Ediciones) y la novela corta “Cuatro notas de jazz” (Club Universitario); ha cosechado algún galardón como guionista; forma parte del grupo musical Delagua, con el que logra el Premio Amas a la mejor letrista, aunque en toda Asturias es conocida por el dúo musical que forma con su inseparable hermana Silvia, con Silvidos y Gemidos…. Estamos hablando de Gema Fernández Martínez, que en esta ocasión acudió al espacio cultural de la librería La Pilarica a presentar su nuevo poemario, “La artesanía del error” (Más Madera).
Un trabajo que se podría definir como un inventario de tropiezos. “Quería hablar sobre la temática del error. Me apetecía mucho hablar sobre ese sentimiento de no encajar, de no pertenencia. Me planteaba muchas preguntas, entre ellas la de quién establece qué es un error o bajo qué criterio… o si no comulgar con las normas establecidas o no entrar dentro del sistema te convierte en alguien exitoso en lo personal y fracasado en la social… me apetecía abordar el poemario desde ese punto de vista”, explica la autora, aunque reconoce que “no todos los poemas tratan de mis equivocaciones porque entonces tendría que escribir una antología. Sí que en todos ellos subyace la idea de no pertenencia y de no acabar de encajar”.
El terreno donde no termina de encajar nuestra protagonista es en el de la novela. “Cada género tiene su complicación. Mis poemas son muy grandes, me cuesta concretar la idea en un espacio pequeño. Para escribir una novela hace falta más constancia y tiene que tener un hilo conductor. Ese es mi reto, escribir una novela. La constancia no es lo mío”, dice. En su caso los poemarios están estrechamente relacionados con la música. “Esto surgió cuando presenté mi primer libro. Yo no me veía haciendo una presentación convencional… así que creía que lo más honesto con la gente sería explicarles cómo nacían los poemas en mi casa, cómo después con mi hermana esos poemas se combinaban con música en una especie de juego infantil que tenemos desde pequeñas. Era un juego que me gustaba trasladar a las presentaciones”, comenta Gema Fernández.
Una hermana con la que se ha forjado un nombre dentro del panorama musical asturiano, gracias a Silvidos y Gemidos. “Todo es por la naturalidad. Somos como somos en casa, interactuamos mucho con la gente, nos gusta sacar el lado positivo de las cosas a pesar de ser muy críticas… lo enfocamos todo desde el humor”, señala. Una manera de hacer las cosas que las ha llevado a gozar del reconocimiento del público de toda Asturias. “El premio es que la gente te venga a ver, que te diga que le ha gustado, que se ría contigo, que llore contigo… para mí ese es el éxito”, concluye.
