En su nueva novela mezcla dos de sus pasiones, la cirugía y la literatura. “Cuaderno de un lunar díscolo” (Más Madera) es el último trabajo del escritor Manuel Herrero Montoto, un libro de medicina y humor, que presentó en el espacio cultural de la librería La Pilarica, en el que hace una especie de autocrítica del sistema sanitario español. Un cambio de tercio en cuanto al género literario, ya que anteriormente publicó obras de tema negro como “El habitante” (KRK Ediciones) y se adentró también en la novela erótica con la trilogía de “Omara” (Septem Ediciones).
- Podríamos decir que estamos ante una novela médico-humorística…
Siempre tuve ganas de escribir sobre el medio en el que me movía, viví el ambiente hospitalario durante 45 años. Además, hay que sumar que aparte de como cirujano también estuve como enfermo, por lo tanto la perspectiva es doble y tengo las dos visiones. De ahí viene la idea de la novela, con hechos reales y ficticios.
- ¿Qué es más difícil, la cirugía o la literatura?
La cirugía buena es difícil, al igual que la literatura… pero yo me quedaría con la cirugía. En especial las cirugías que vienen, que cada vez se complica más todo.
- ¿En qué se parecen?
En uno de los capítulos del libro intento describir como es la épica del cirujano dentro de un quirófano, cómo tiene que luchar para salvar la vida del paciente, cómo sufre… Yo siempre dije que si me gustaba la cirugía es porque cada mañana no se parecía a la anterior ni se va a parecer a la del día siguiente, cada día es una pequeña aventura. No sabes que te vas a encontrar.
- El libro también es una especie de autocrítica…
Intento mostrar lo que nos viene encima, lo que estamos sufriendo ya y el bombardeo de la informática, que tiene mucho que decir y mucho de bueno, pero con la que nos hemos pasado bastante de frenada. Se está perdiendo el trato humano y la relación médico-paciente por culpa de este elemento… Ahora llegas a una consulta y en vez de ver a un médico ves la silueta de Apple e intuyes a una persona detrás del ordenador.
- ¿También cambió la manera de ser de los pacientes?
Hay un tono de deshumanización dentro del personal sanitario, pero para no echarles la culpa solo a ellos, yo creo que hay cuatro grandes culpables: el personal sanitario; el mismo enfermo, que pierde la confianza en el médico; la administración y la última sería el entorno familiar y social del paciente, que también contribuyen a que haya una carga de tensión a la hora de la consulta. La prensa también juega su papel, denunciando las cosas que ocurren y que hay que visibilizar, pero por otro lado crean una especie de alarma social y temor a ir al médico.
- ¿Se puede decir entonces que la vida en un hospital da para escribir un libro?
Da para mucho. El quirófano se parece a la cabina de un avión, donde llegas hasta la puerta que se cierra y piensas que demonios estará pasando dentro…
