Madre, cocinera, cantante y, desde hace varios años, también ha entrado de lleno en el mundo de la escritura. Después de Profesión puta, Ese tiempo sí existió y Centro de acogida, recientemente vio la luz su último trabajo, Solo quiero vivir, que presentó en el espacio cultural de la librería La Pilarica.
Este es su cuarto libro, pero lleva mucho tiempo escribiendo. “Empecé hace años, pero estaba todo tirado en un armario porque me daba vergüenza publicar; escribiendo desnudas mucho el alma y me daba reparo que la gente me leyera y llegara hasta el fondo de mí”, explica la autora, que reconoce que “fue mi prima la que me convenció; leyó lo que tenía escrito y me dijo que esto no podía estar en el armario, que había que darlo a conocer”. Desde entonces ya ha publicado cuatro libros, pero vendrán muchos más. “Tengo doce o trece ya terminados. Iré publicando poco a poco”, dice Carmen Vázquez.
Una escritura que combina con las labores del hogar y regentando el bar del campo de tiro de Mieres. “Es muy diferente escribir a llevar el bar. Hay días que si estoy inspirada puedo tirarme horas dándole al bolígrafo”, dice la autora. Y es que todas sus obras están escritas a mano. “El ordenador solo lo utilizo cuando termino el libro, para pasarlo a limpio. En esos días de inspiración, me anda mucho más rápido la cabeza que la mano, pero en el ordenador no tengo esa soltura. Con el bolígrafo voy como un tiro”, explica.
Muchos libros en camino y de diferente temática. “Tengo uno que terminé hace algunos días que es sobre un hijo que cuida a su madre porque ésta tiene Alzheimer; otro de un padre que lucha por una hija que su mujer no deja ver… y uno más que se titula Una mujer diferente, sobre dos chicas lesbianas”, comenta la autora. Son trabajos que versan sobre los problemas de la sociedad actual, como este último, Solo quiero vivir, acerca de dos mujeres que sufren malos tratos. “En la actualidad hay muchos casos escondidos que no se ven, como los que cuento en el libro, y son temas que nadie toca”, indica Vázquez. Además reconoce que “es un libro duro, pero esto existe por desgracia. Hay muchas mujeres que están viviendo un infierno”.
La autora lanza un mensaje para esas mujeres que están sufriendo esta lacra. “Yo les diría que saquen la fuerza que todas llevamos dentro, que denuncien sin miedo y luego que se enfrenten a lo que haga falta. Pero que no permitan que nadie les humille de esa manera porque nadie se lo merece”, señala.
