Un recorrido por la vida de Francisco Franco y la historia de España, un esperpento hilarante sobre la forja del dictador. Desde su nacimiento en El Ferrol hasta su entrada triunfal en Madrid como caudillo. Todo ello lo podemos encontrar en “Yo, Franco” (Editorial Funanbulista), el nuevo trabajo de Miguel Ángel Álvarez que presentó en el espacio cultural de la librería La Pilarica. El ovetense deja atrás sus otros trabajos como la novela “Vida de perros” (Editorial Entrelíneas), el cuento “Verano del 88” o la traducción de obras de Jack London, entre otros, para adentrarse en esta nueva aventura cargada de historia y un toque de humor.
- ¿En qué momento se te ocurre hacer un libro sobre Franco?
Fue de la manera más curiosa, de las conversaciones que tuve con un amigo en Madrid. Había sido legionario durante diez años y me comentaba sobre muchos temas… este hombre veneraba a Franco, para los legionarios es una especie de héroe. Un día le pregunté qué cuantos porros se habría fumado Franco en África… Nos estuvimos riendo los dos un buen tiempo imaginándonoslo fumado. La idea se me quedó en la cabeza, no se me quitaba de la mente y acabó convirtiéndose en libro.
- ¿Cómo fue todo el proceso de documentación?
Básicamente a través de biografías. El libro está estructurado en todas las épocas de su vida. Visité muchos lugares en los que estuvo. Nos fuimos de vacaciones a África y visitamos los escenarios donde él luchó. Obviamente Oviedo, un lugar muy importante en su vida, ya lo conocíamos; en Zaragoza ya había estado; nos fuimos a Ferrol, donde él nació; en Madrid vivimos. Además, a parte de las biografías también pregunté a gente que vivió en aquella época y que te van añadiendo su visión sobre el personaje.
- Lo de que fue a tomar el vermut a La Paloma (restaurante de Oviedo) queda en el terreno del humor…
Cuando me informé de eso, se sabe que estuvo en el Hotel París, en la iglesia… Él engordó en Oviedo, se daba a la buena vida. Le llamaban cerillita, aunque esto no lo escribo. Decían que le gustaban muchos los dulces. Investigué sobre que negocios estaban abiertos en aquella época y los puse…
- Después de tanta investigación, ¿cuál es el dato sobre Franco que más te llamó la atención?
Yo soy muy aficionado al ajedrez, y descubrí que él echaba una partida de vez en cuando… De Franco había muy pocos datos curiosos en su vida, era una persona con muy poco sentido del humor. El libro acaba tras la Guerra Civil pero más adelante, cuando se reúne con Hitler, tras la entrevista el alemán comenta que preferiría que le sacasen una muela a volver a entrevistarse con Franco. Eso habla de cómo era el personaje.
- Tras la palabra Franco o Paquito aparecen expresiones como “súbdito del corazón” o “yacimiento de afectos”, ¿por qué?
Una parte del libro es una especie de parodia del culto al héroe, culto al dictador. Si miras el diario franquista Arriba ves nombres como “martillo de herejes”, “faro de Occidente”, “la lucecita del Pardo”, porque decían que no descansaba nunca… Cuando estuve investigando vi todos estos nombres y lo tomé como un desafío el poder encontrar una frase.
- También encontramos versículos de la Biblia…
Es también un poco de ironía. Franco era caudillo de España por la gracia de Dios… Tu si miras la historia de Franco es todo un disparate. Es una gente que retrotrajo España casi a la edad media, y para ellos todo tenía un trasfondo religioso.
- Fuiste colaborador en revistas de Historia…
Siempre me gustó mucho la historia, escribir y cuando empiezas a abrirte un camino como escritor piensas que te puede ayudar a hacerte un nombre.
- Pero estudiaste Contabilidad…
No sé ni cómo acabé estudiando Contabilidad, supongo que por tener una forma de ganarse la vida en aquel momento. Ahora aquí estoy dedicándome también al duro oficio de la escritura a ver en que depara.
- ¿Tienes pensado publicar más libros?
Los libros vienen a mi mente a todas horas… Hay veces que se te viene una idea a la cabeza y se queda contigo unas horas, otras una semana, otras un mes, otras te siguen tanto que las tienes que acabar escribiendo. Ahora tengo varias… me gustaría escribir algo sobre Asturias, también sobre Enrique IV, una época apasionante y clave de la historia de España.